11 de agosto 2020
AA
Más de veinte profesionales sanitarios nicaragüenses, que habitan en al menos siete países en el mundo, se han unido para atender vía online a connacionales sospechosos de la covid-19, tanto dentro como fuera del país.
Estos sanitarios son parte de la plataforma Nicaragüenses en el Mundo y en el Exilio. Dentro de esta organización, se creó, en marzo pasado, una Comisión de Salud que funciona con el mismo mecanismo de la Alianza de Derechos Humanos de Estados Unidos para Nicaragua (NAHRA, en sus siglas en inglés). Este consiste en rellenar un formulario de forma virtual para apoyar a los migrantes que huían de Nicaragua a EE. UU; pero se adecuó al tema de la covid-19.
“El formulario se puede llenar en línea o por WhatsApp, también tenemos una página en Facebook de Nicaragüenses en el Mundo. Si alguien menciona que tiene la covid o que conoce a alguien que tiene covid, le escribimos de regreso y le hacemos llegar el formulario”, detalló Muriel Sáenz, una de las cofundadoras de esta red de telemedicina.
La Comisión la conforman 21 médicos, una enfermera-terapista ocupacional y una terapista del habla. Ellos residen en los Estados Unidos, México, Costa Rica, Holanda, Alemania, Italia y Nicaragua. Por las diferencias de horarios brindan acompañamiento las 24 horas del día, domingo a domingo.
“Somos dos coordinadoras de salud, chequeamos los formularios y asignamos a los doctores que están en ese horario. Los doctores llaman a las personas y le dan acompañamiento. Hasta el momento, hemos recibido unos 400 formularios”, dijo Sáenz.
El voluntario perseguido por los orteguistas
Un estudiante de medicina de la UNAN-Managua, de iniciales H.J.L.G, es el nicaragüense que más casos sospechosos de covid-19 ha atendido dentro de esta plataforma. Él es un perseguido político del régimen de Daniel Ortega, ya que brindó atención médica a los ciudadanos heridos en las trincheras que se instalaron en las universidades Upoli y UNAN-Managua, así como en Monimbó, durante el levantamiento cívico de 2018.
El profesional fue incluido, por fanáticos orteguitas, en la “lista PLOMO, PLOMO”, en la que pedían su “cabeza”, por lo que el 20 de julio de 2018, huyó de Nicaragua a Costa Rica; con un “coyote” cruzó por veredas al país vecino. Semanas después se involucró en las brigadas médicas que atendían a los nicaragüenses que estaban en el exilio.
Desde mayo pasado hasta la fecha, el joven ha atendido a unos 76 pacientes con problemas respiratorios, entre las edades de 15 a 50 años. Lo que más le preocupa al profesional, es que en Nicaragua los jóvenes no están aplicando las medidas de distanciamiento social, y asisten a bares y discotecas. “De los jóvenes que he atendido 10 han tenido complicaciones y dos han fallecidos, por padecer enfermedades crónicas”.
Los muertos los ponen la clase baja
Reyna Martínez, hematóloga y especialista en transfusiones de sangre, ha atendido desde Italia unos cincuenta casos sospechosos de covid-19 en Nicaragua, en su mayoría ciudadanos de 50 años de edad, con enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión.
Martínez explicó que el contagio de estos ciudadanos se debe a una cadena de contagio, que en ocasiones no se puede precisar su inicio. En las videollamadas, sus pacientes le explican que se han contagiado por la visita de uno de sus familiares que en su mayoría son asintomáticos.
Agregó que la mayoría de contagiados son de la clase baja. “Todos se exponen porque todos los días tienen que ir a trabajar, tienen que comer. Los muertos los ponen la clase baja”.
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