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La cura no puede ser peor que la enfermedad

Una vez que los países reabran sus fronteras

Rodrigo Quintana

28 de mayo 2020

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Mientras no se vislumbren medidas para contrarrestar la mortandad del COVID-19 y la crisis política del 2018, cualquier intento de reactivación económica se quedará sin oxígeno. Para sobrevivir, el Gobierno tendrá que extorsionarnos con impuestos y cobros onerosos por sus servicios. Las sanciones no se detendrán. Y una vez que los países reabran sus fronteras, viajes hacia Nicaragua serán vetados por su fama de inacción ante el virus, trayendo consigo efectos incalculables. Entretanto la incertidumbre continuará asechando a los hogares nicaragüenses.

Después de dos años intentando normalizar la triple crisis que lastra al país (Venezuela, abril 2018 y COVID-19), la intransigencia del régimen de Daniel Ortega se empieza a palpar. Desde camioneros siendo regresados en la frontera por no portar una prueba médica hasta vendedores ambulantes cortando eucalipto para poder subsistir, la incertidumbre muestra su peor rostro.


En un par de años estamos presenciando una de las debacles económicas más aparatosas de nuestra historia, al poder caer de 4.6% de crecimiento en 2017 a una expectativa de -6.5% para 2020 (Country Report, The Economist Intelligence Unit, 2020). Los motores productivos, que antes del 18 de abril de 2018 hicieron que el país pasase de ser de los países con menor crecimiento a los que más crecían en la región, se están quedando sin gasolina. Y es que si no se resuelve lo biológico y lo político, no se resolverá lo económico.

La crisis toca tu puerta

En el mes de mayo vivenciamos como la crisis continúa golpeando la puerta de las familias nicaragüenses. Mientras que en la primera semana de mayo la libra de frijoles se cotizaba a C$ 15 la libra, ahora se vende entre C$ 27 y C$ 30. En la segunda semana de mayo los recibos de agua y luz empezaron a presentar anomalías en la lectura de medidores que aumentaron su valor.

De la misma forma, el domingo 24 de mayo se registró un alza en los precios de los combustibles por tercera semana consecutiva. El galón de diésel subió C$ 5.87 (a C$ 22.29) mientras que el de gasolina regular aumentó C$ 3.14 (a C$ 26.64). Y esto es solo mayo.

El contagio económico

Se estima que más de 30 millones de personas han quedado desempleadas en Estados Unidos. La pérdida de empleos se propaga rápidamente a Nicaragua si consideramos que un cuarto del Producto Interno Bruto (PIB) del país recae sobre las exportaciones y 13% sobre las remesas, en gran parte hacia y desde ese país, respectivamente. De hecho, ya se perciben algunos síntomas. Se calcula que este año 600 000 hogares pueden dejar de recibir hasta U$ 300 000 000 M en remesas.

Detrás de estas cifras se oculta una inmensa tragedia social. Cómo he descrito en el ensayo “Los motores económicos de Nicaragua: un antes y un después de la crisis del 2018” del libro Anhelos de un nuevo Horizonte, muchos hogares se han visto obligados a hacer ajustes en nutrición, salud, y educación con impactos irreversibles. Se estima que la tasa de pobreza pase de 28.2% en 2019 a un rango entre 33.2% y 36.9% en 2020, deshaciendo cualquier progreso antes alcanzado.

Batiendo récords

El régimen ha puesto a Nicaragua nuevamente en el mapa. Hasta hace poco era el país con la tasa de letalidad por COVID-19 más alta del mundo, con 1 de cada 3 contagiados falleciendo. A su vez, es el país en la región latinoamericana que menos ha gastado ante la pandemia, por no decir nada. Mientras países redirigen fondos a hospitales, bonos, líneas de crédito y canastas básicas, el régimen promueve aglomeraciones en municipios donde se han detectado focos de contagio, incluyendo de ancianos para recibir pensiones. Pero la cura no puede ser peor que la enfermedad.

En unos años el país pasó de ser de los que más crecía a los que menos crece en la región. Tratando de detener la sangría, el gobierno ha intentando imponer una normalidad que solo exacerba la situación. Continúa pensando que la crisis es una protesta que se puede contener a la fuerza. Cada día que pasa el hoyo que el régimen cava para enterrar el país se vuelve mayor.

*El libro "Anhelos de un nuevo horizonte: aportes para una Nicaragua democrática”, se puede descargar de forma gratuita en: https://bit.ly/ANH2020."

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