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La filosofía pascualina del Minsa ante la covid-19

En las notas de prensa del MINSA, Dios es el único que nos puede hacer comprender, que “no tenemos transmisión local comunitaria”

En las notas de prensa del MINSA

Sergio Espinoza

25 de junio 2020

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El Ministerio de Salud de Nicaragua (MINSA) enfrenta el covid-19  desde una posición que los filósofos llaman pensamiento agnóstico. Esta corriente filosófica parte de la premisa de que este virus no tiene cura, se puede convertir en estacional, nunca va a desaparecer; y que el mismo sistema inmunológico del humano sano, puede hacerle frente. En pocas palabras  “el covid-19 En pocas palabras  “el covid-19 vino para quedarse”, como dice el Libro blanco (informe covid-19, mayo 2020, pág. 13).

Salto Pascal

En las notas de prensa del Ministerio de salud sobre la situación del coronavirus, donde se informa de las personas contagiadas, atendidas, estables y fallecidas, las que pasan a resguardo domiciliar y los pacientes que son monitoreados. Más la feliz noticias “No tenemos transmisión local comunitaria”, al final decía “Todo, ¡Gracias Infinitas a Dios!”.


En la primera nota de prensa se creyó que era una coletilla del piadoso doctor Carlos Sáenz, secretario general del MINSA, aunque sonara patológicamente patético. La nota de prensa del 19 de mayo le tocó leer a la doctora Martha Reyes, ministra de salud, al final decía “seguimos trabajando en prevención y en la atención de las personas, en el nombre de Dios”. Dios era parte del texto de la nota de prensa, no era una expresión personal, sino institucional.

En filosofía esa reacción, se conoce como Salto de Pascal, (matemático, filósofo e inventor) es decir se habla de lo terrenal y salís con algo celestial, se habla de la vida y terminas con teología, se hace referencia a lo sensible de la muerte y concluís con una frase religiosa; el tema es razón y finalizas con fe. A ese cambio de enfoque se conoce como Salto Pascal.

Utilizan a Dios de la forma pascualina. Cuando mencionan a Dios entonces, decimos, Dios lo debe entender, él debe saber el por qué. A veces lo criticamos porque escribe la historia con líneas torcidas, porque no se comprende, pero al final se dice, él es el único del por qué de las cosas.

Dios, es la certeza para Pascal, para el genial matemático del teorema que lleva su nombre, (físico, inventor de la prensa hidráulica y la primera contadora mecánica o máquina calculadora) sostiene que “la certeza radica en la fe”, no en la razón, no el cogito de Descartes de “pienso luego existo”.

Como científico, Pascal fue el primero en descubrir el “yo”. El hombre se encuentra en medio de dos mundos de dimensiones cósmicas, ante el universo que es infinito, y ante el microcosmo que es infinito y apenas llegamos al átomo, lo pequeño es infinito. El hombre es finito en un mundo incomprensible, eso provoca inseguridad, pero sobre todo incertidumbre. Esa debilidad provoca egoísmo, orgullo, vanidad, injusticia; el hombre ya no se guía por la razón sino por esos sentimientos. Esta situación de incertidumbre provoca miedo, dice Pascal, “el hombre está solo frente a sí mismo”. No cae en el escepticismo, si bien es cierto, la solución no puede venir del hombre en absoluto, entonces, los problemas hay  que remitirlos a algo superior, Dios.

En las notas de prensa del MINSA, como Dios está a final del texto de la situación del covid-19, también tiene un significado cognoscitivo, Dios es el único que nos puede hacer comprender, que “no tenemos transmisión local comunitaria”.

Se dice que Pascal es el prototipo del ciudadano moderno, es un hombre de ciencia exacta y un homo religiosus. Los contemporáneos son tomistas, reconocen que hay saberes distintos, la filosofía estudia lo terrenal y la teología las revelaciones de Dios a su iglesia.

Incertidumbre

Cuando te aseguran que el covid-19 vino para quedarse, hace ver desconcertado al gobierno y la población fue presa de un sentimiento de inseguridad en salubridad. Decepcionada de que no exista solución, el miedo invadió a la población urbana y comenzó como en acción grupal a tomar sus medidas de aislamiento social, distancia, lavado de mano…

En los hospitales con unidades covid-19 invadió el miedo sin desbordarse en pánico, debido a que el personal de atención a casos sospechosos cumplía con las normas  de protección OPS, el resto del personal del hospital quedó al libre albedrío y del bolsillo.

Además, el covid-19 entró a Nicaragua con una campaña de desinformación masiva en las redes sociales, de noticias falsas como en tiempo de los tranques que hizo parir la teoría golpista.

La población con otros síntomas prefiere no ir a los hospitales, los miran inseguros y con la posibilidad de salir contagiados de covid-19.

Hay decisiones, voluntades, que contribuyen a la inseguridad e incertidumbre de la sociedad nicaragüense, estos son:

  1. Que el Ministerio de Salud sea el único en Nicaragua el autorizado, capacitado y certificado por la OMS/OPS para hacer pruebas de covid-19.
  2. No realizar pruebas del covid-19, que es la ciencia cierta que señala que murió de neumonía o de covid-19.
  3. Las unidades covid-19 de los hospitales, no levantan expedientes, trabajan sin diagnósticos, sin información. No pueden determinar la enfermedad, ni clasificar el tipo de malestar respiratorio en las camas de sus instalaciones.

Certeza

Cuando hay incertidumbre en el saber, especialmente ligado a la seguridad de la vida, que se puede perder; cuando el MINSA se nota “inútil e inciertos”, no con una imagen de vanguardia ante la pandemia sino  de incapacidad, el pueblo buscó la respuesta a la seguridad de la vida y los de casa.

Pascal ante un situación similar  encontró una salida. Como en su visión todos los saberes del hombre estaban contaminados, menos uno, la fe, ella era la única inmune, por lo tanto, Pascal la convirtió en la vacuna, una vez vacunado sus seguidores, les hizo el llamado dictatorial para que dieran el salto, a la compresión de los problemas, con Dios. Pascal también es de la tesis de que “la esencia del hombre es el miedo” y debe aprender a vivir con él.

La crisis social de Nicaragua, es una lucha que inició en lo económico, se estancó a placer en lo político, y ahora está en lo cultural, por eso en esta guerra contra el covid19, vemos que la lucha es por la certeza o permanecer en la incertidumbre.

En la certeza de que los datos del covid-19 son parte de la solución, la base. Entre los científicos podes jugar con la teoría y los recursos, menos con los datos. Es como dejar ciega a una sociedad de repente.

La certeza es la expresión visible de la lucha cultural, en los datos, en la teoría, en los recursos materiales y personal calificado. La lucha cultural es contra lo inexacto y la duda, a favor de lo preciso, valido y confiable, para vencer el miedo y bajar el nivel a la incertidumbre dentro del pueblo.

Cambiar la estrategia sueca, deísta, por una solución racional que permita la comprensión clara y distinta, hasta alcanzar la seguridad sanitaria en esta tragedia humana. Para hacer funcionar nuevamente la nación nicaragüense, donde la sociedad civil organizada y gobierno juntos enfrenten los problemas con dignidad humana, y que esta sea utilizada como certeza, para ganar todo al covid-19.

*Filósofo y periodista. Editor/Nicaraocalli.

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